Con el paso de los años, nuestro cuerpo necesita más atenciones. Y uno de los aspectos que muchas veces se pasa por alto es el cuidado de los pies en la tercera edad. Sin embargo, mantener una buena salud podológica puede ser determinante para garantizar la movilidad, el equilibrio y la autonomía de las personas mayores.
En Residencia El Encinar, somos conscientes de su importancia, y por eso lo tratamos como una parte esencial de nuestro enfoque integral del bienestar.
¿Por qué es tan importante cuidar los pies en la tercera edad?
Los pies son los encargados de sostenernos, llevarnos a donde queremos y mantenernos firmes en cada paso. Pero con la edad, no solo pierden flexibilidad o fuerza, sino que también pueden presentar problemas más serios que afectan directamente a la salud y al estilo de vida de los mayores.
Desde la aparición de durezas o uñas encarnadas hasta afecciones más graves como juanetes, infecciones fúngicas o pie diabético, los problemas podológicos no tratados pueden reducir considerablemente la movilidad y la calidad de vida.
Problemas frecuentes con los pies en la tercera edad
Entre los problemas más comunes que encontramos en la tercera edad se incluyen:
- Callosidades y durezas provocadas por el roce continuo con el calzado o la forma del pie.
- Uñas encarnadas, que pueden llegar a infectarse si no se tratan adecuadamente.
- Deformaciones articulares, como juanetes o dedos en garra, que causan dolor y dificultades al caminar.
- Sequedad excesiva, que provoca grietas en talones o planta.
- Problemas de circulación, que afectan especialmente a quienes padecen diabetes o enfermedades vasculares.
- Pérdida de sensibilidad, que puede hacer que los mayores no detecten heridas o infecciones a tiempo.
Estos trastornos no solo generan dolor, sino que también pueden provocar caídas, una de las principales causas de hospitalización y pérdida de autonomía en personas mayores.
Consejos para el cuidado diario de los pies
Una correcta higiene, observación y elección de calzado son los pilares para cuidar los pies a diario. Desde Residencia El Encinar, recomendamos seguir estas pautas básicas:
- Lavar los pies cada día con agua tibia y jabón neutro, secando muy bien entre los dedos.
- Hidratar la piel con una crema específica, evitando aplicar entre los dedos para prevenir hongos.
- Revisar los pies a diario para detectar heridas, enrojecimientos o alteraciones.
- Cortar las uñas rectas y no muy cortas, para evitar que se encarnen.
- Usar calzado cómodo, de materiales transpirables, con buen soporte y sin costuras internas.
- Evitar andar descalzo, especialmente si hay pérdida de sensibilidad.
- Consultar con un podólogo regularmente, incluso aunque no haya molestias visibles.
En muchos casos, la prevención es la mejor herramienta para evitar complicaciones. Una pequeña molestia hoy puede convertirse en una dolencia seria mañana.
El papel del podólogo en el bienestar de los mayores
Contar con la supervisión de un podólogo es especialmente importante en personas mayores. No solo realiza los tratamientos necesarios para aliviar molestias o tratar afecciones ya presentes, sino que también ayuda a prevenir problemas mayores mediante revisiones periódicas.
En personas con diabetes, por ejemplo, es esencial una atención podológica continua para evitar el desarrollo del llamado “pie diabético”, una complicación grave que puede llegar incluso a requerir amputaciones si no se detecta y trata a tiempo.
El podólogo también puede recomendar plantillas ortopédicas personalizadas, ejercicios suaves para mejorar la movilidad de los pies o cambios en el tipo de calzado para favorecer una marcha más segura.
En Residencia El Encinar, cada paso cuenta
En Residencia El Encinar sabemos que los pies son la base del bienestar físico y emocional de nuestros mayores. Por eso, incluimos el cuidado de los pies en mayores dentro de nuestros servicios esenciales, con revisiones periódicas, control profesional y atención personalizada.
Nuestro equipo valora cada detalle del día a día, desde la higiene hasta la elección de calzado o el seguimiento de dolencias previas. Sabemos que sentirse bien al caminar, evitar el dolor y reducir el riesgo de caídas es una forma de garantizar mayor seguridad y felicidad a quienes más lo merecen.
Porque envejecer con dignidad también significa poder caminar sin miedo, sin dolor y con plena autonomía.
¿Quieres saber más sobre nuestros servicios? En Residencia El Encinar te ayudamos a cuidar de tus seres queridos con la profesionalidad, la cercanía y el respeto que se merecen.