El servicio de peluquería en residencias de mayores va más allá de la mera estética, ya que tiene un impacto significativo en la salud mental de los usuarios, lo que refuerza su importancia dentro del enfoque asistencial integral.
Permite que los residentes puedan cuidar de su cabello sin necesidad de salir del centro, lo que ayuda a los residentes con menor movilidad a acceder a este tipo de servicios indispensables que tienen implicaciones más profundas en su bienestar general.
El cuidado de la salud abarca tanto aspectos físicos como emocionales, y el servicio de peluquería contribuye a que las personas mayores se sientan bien consigo mismas, lo que repercute positivamente en su bienestar físico y emocional.
Mejora de la autoestima
Los servicios de peluquería ayudan a los residentes de las residencias de ancianos a cuidar su apariencia personal, lo que contribuye a aumentar su autoestima y confianza en sí mismos.
Bienestar emocional
La atención personalizada y el cuidado del cabello en un entorno cómodo y familiar pueden brindar a los residentes una sensación de bienestar emocional y satisfacción.
Socialización
La visita regular al salón de peluquería proporciona una oportunidad para interactuar con otros residentes y el personal de la residencia, fomentando así la socialización y el sentido de comunidad.
Estímulo sensorial
El masaje del cuero cabelludo y otros tratamientos capilares pueden proporcionar estímulos sensoriales agradables que ayudan a relajar y revitalizar a los residentes.
Mantenimiento de la salud capilar
Los profesionales de la peluquería pueden detectar y tratar problemas de salud del cuero cabelludo, como la caspa o la sequedad, contribuyendo así al bienestar general de los residentes.
En Residencia El Encinar sabemos que el servicio de peluquería en las residencias de mayores no solo tiene un impacto estético, sino que también contribuye significativamente al bienestar emocional y físico de los residente. Es por ello que ofrecemos servicio de peluquería a todos nuestros residentes subrayando así la importancia de considerar aspectos más allá de lo puramente médico en la atención a las personas mayores.
